Cambio y corto

domingo, 17 de abril de 2011

Un poquito de barroco

Estamos ya viviendo la que llamamos Semana Santa. Ciertamente y desde el punto de vista cristiano estos días están consagrados a Dios, pero no para todas las personas esta semana es Santa, para mí sin ir más lejos, aunque sí es una semana que yo calificaría de barroca. Pero aun así no es una semana homogénea porque a muchos esto de la santidad y del barroco les pilla muy de lejos, por eso optan por la playa, la montaña o cualquier turismo para quitarse del medio y pasar unos días de descanso. Todo es válido y respetable, cómo no. Yo seguiré viviendo mi semana barroca, seguiré viviendo la bulla de las calles mezclada con la solemnidad de algunas procesiones, viendo santos como decimos en Cabra, disfrutando de la imaginería religiosa en plena calle, edulcorada con olores primaverales y de incienso, sumida en adornos florales y acompañada por marchas musicales llenas de sentimiento y características del momento. En los tiempos de crisis que vivimos es un poco contradictoria esta semana de exuberancia barroca, pero yo la veo como un paréntesis, ojalá políticamente también lo sea, porque después seguiremos muy alejados del barroco para seguir en el minimalismo social al que hemos llegado, sin lugar a dudas por obra y gracia de nosotros mismos, que no somos el cordero de Dios, pero que como corderos asumimos y aguantamos carros y carretas. Durante esta semana aguantaremos tronos barrocos o neobarrocos e incluso para los costaleros debe ser un relax.

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