Cambio y corto

viernes, 11 de marzo de 2011

Pluma de sangre


Mucho se ha escrito y se ha hablado sobre la línea que separa la información pura y correcta del exceso de información que deriva en lo morboso. Cuántas veces vemos en televisión el charco de sangre en el que se recrea el cámara mientras nos relatan una trágica noticia, y cuántas veces nos preguntamos qué aporta esa imagen a la propia noticia que haga que sin ella no nos enteremos de algo. Pues hoy en Canal Sur, antes llamado Canal Chaves o Canal Zarrías, he escuchado que el dueño del hostal, donde se hospedaban unos etarras que han sido detenidos, fue quien alertó a la policía. Vamos a ver, ¿qué pasa si ahora otros etarras van y le dan un tiro en la cabeza a ese honrado y ejemplar ciudadano? ¿Es que la información de la detención no era lo suficientemente clara para los televidentes que se necesitaba delatar al confidente? Tanto la imagen sangrienta del cámara como el texto del locutor han debido pasar unos filtros antes de salir en pantalla, ¿dónde está la ética de esos periodistas? ¿Nadie va a frenar estas insensateces? Sinceramente pienso que la prensa cada día está hecha por más incapaces para su trabajo y capaces de toda estupidez.

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