Cambio y corto

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Incoherencia catalana


No sé qué tendrán que decir los que hace bien poco alababan la actitud del Parlamento de Cataluña por prohibir la fiesta de las corridas de toros al ver que ahora esos mismos van a permitir que se siga con la tradición de los “correbous”. Ahí parece ser que el sufrimiento del toro les importa poco, vaya por dios, y son capaces de decir que en los correbous se respira cultura, arte, tradición y, como no, catalanismo. Pero lo cierto es que lo normal en esa fiesta es que se le meta fuego a unas antorchas que se sujetan a los cuernos del toro y lo llevan de aquí para allá tirando bestialmente de cuerdas. El espectáculo es precioso, lleno de plástica cuando el animal trata de quitarse de encima la candela y se topa contra lo que se pone delante, chisporroteándole sobre su cuerpo las ascuas incandescentes que, sin lugar a dudas, le causan un placer tremendo. Enhorabuena por la postura adoptada por el Parlamento catalán, enhorabuena a quienes desde sus catalanes escaños han hecho posible que no desaparezca este espectáculo tan edificante y fueron capaces de desterrar de su noble tierra el innoble arte de Cúchares. Sigan así, Sres. Diputados de Cataluña, sigan así de coherentes para que yo pueda sentir asco de ustedes. Y no sólo por esto, porque lo de la lengua catalana contra la española o los privilegios de su región autonómica ante las demás autonomías daría para más de un cambio y corto.

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