Adiós Saramago, gracias

Se nos ha ido Saramago, una mente brillante ante tanta mediocridad, sin duda echaré de menos sus palabras valientes llenas de coherencia y de compromiso, al menos nos quedará su obra y su enseñanza como un vivo recuerdo. Gracias, maestro, por enseñarme a no creer en Dios por miedo a la muerte o por otros tantos motivos. Y como el que no quiere la cosa nos acercamos al final del curso académico, las templadas temperaturas han beneficiado para que se pueda estar en las aulas con un mínimo de entereza. Y el final de curso nos trae la Feria de San Juan, venida a menos y que muchos piensan que sobra en el calendario de festejos, quien pueda que la disfrute que para eso está. Y quemaremos en las hogueras los malos ratos de un año lluvioso, por desgracia muchos lo han sido, como siempre, y que el purificador fuego los limpie creando el sano ambiente estival renacido de las cenizas como una nueva vida. Al igual que las cenizas de Saramago que serán siempre vida.