Lentitud para la lectura

Parece que con la llegada de julio todo se ralentiza durante el día para recobrar la vitalidad la noche veraniega. Las vacaciones de los estudiantes y de casi la mitad de los que trabajan hacen que cuando el calor aprieta no quede más remedio que hacer vida nocturna buscando el fresco para el ocio y el disfrute. Esta tarde también se parará la actividad a partir de las 20,30 porque la roja vuelve a intentar hacer historia en el campeonato africano de fútbol, las calles casi estarán desiertas y espero que a eso de las 10,30 se vuelvan a llenar de gente bulliciosa tocando las bocinas de los coches con las banderas de España al viento, signo inequívoco de que nos vemos en semifinales con Argentina o con Alemania. ¿Qué pasará cuando se nos acabe el mundial? ¿De qué se hablará? Está por ver, la actividad política también cesará en buen grado y las penurias que ahora copan muchas páginas de prensa dejarán paso a hechos menos trascendentes. Y ojalá sea el tiempo para poder leer los libros que uno tiene a medias o pendientes y de evadirse de las miserias que durante tantos meses nos acucian, porque julio y agosto son meses que van a ralentí ya que el día es muy largo y hace mucho calor.